Cuando escuchábamos "Ni con el pétalo de una rosa" uno pensaba que las niñas eran de porcelana y que darles un golpecillo con algo, se podían romper.
Cuando recuerdo a mi abuela y a mis tías todo lo que hacían aplicando la fuerza laboral desde muy tempranas horas hasta bien entrada la noche, me suena como a hueca la cuestión del pétalo.
Pero bueno, me comía el cuento porque de intentar maltratarlas físicamente, seguro el lastimado era uno. Mejor darles flores escribirles poémas cargarles sus libros, llevarles serenatas y decirles "mi cielo" nos resultaba mas efectivo.
Hoy debe ser "Ni con el trino de una rosa" ¿Será que si pinchan su camionetota full equipo...cambiarán la llanta? !Ni de riesgos! llaman por su GUASAP al gentil varón.
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