martes, 11 de agosto de 2015

CRONICA 24 ETERNA VANIDAD

La sociedad bogotana no perdía para nada su estilo y su elegancia! Cualquier compromiso era tenido en cuenta bajo los protocolos más rigurosos y se le dedicaba el tiempo necesario para su preparación.
Los caballeros se vestían con todo el lujo que su presupuesto y armario permitieran.
Las señoras eran muy cuidadosas en elegir el atuendo que les permitiera no solo atraer las lisonjas de los caballeros sino en evitar ser el motivo de la cruel crítica de las otras damas.
Ellos iban a la Barbería y ellas al salón de Belleza!
No sé como se llamaba este procedimiento ¿ENRULADO? Pero por la cara de la peinadora y su peluquero, parece que está quedando !DIVINA!! la chata!

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